¿Queda alguien en el aula? Si, una chica...

    Breve relato sobre una vida, bienvenidos sean de leer...
 Otra mañana transcurre muy lentamente en la escuela, suena el timbre que anuncia el recreo. Casi todos los chicos y chicas del establecimiento salen afuera (haciendo el típico y cansador ruido de alegría de que un nuevo recreo llegó) algunos juegan en el playón, otros se sientan en el pasto a charlar sobre lo bien que la pasaron la noche anterior y otros se encuentran con amigos de otros cursos a perder básicamente el tiempo. También están las aburridoras parejas jóvenes que exhiben un show sólo apto para mayores (cuando ni ellos superan los 18 [dieciocho] años). Típica mañana en una secundaria.

Si, que lindo, amor... Bueno, si quieren les ayudo a pagar el motel

      Lo mejor sucede en el patio y en la galería, toda la atención está centrada en esos sitios. Así que, nadie notara, en aquella aula alejada a la adolescente que aún yace en su escritorio, dibujando y con auriculares en cada oído. En su soledad le surgen ideas creativas, ideas un tanto locas, ideas coloridas, ideas que nadie mas que ella verá. Para esta joven el recreo pasa muy lento. Se podría decir que es casi una tortura para ella, está sola en su curso, en compañía de sus pertenencias y con el miedo a que la encuentren...y se rían o la obliguen a salir con los demás chicos/as (y eso era mucho peor que la risa). Por ese motivo, procura no hacer el mínimo ruido, para no llamar la atención.

Si me quedo quieta, no se enteraran que estoy acá

      A la mitad de ese "calvario" alguien entra al aula. La adolescente se asusta un poco e incluso se siente avergonzada, pero cuando nota que la persona que entró era su compañera de banco se alivia y sonríe. Ella trata de buscarle tema de conversación, (previo a eso se saca ambos auriculares) aunque no pareciera está un tanto contenta de que viniera. Pero esa suerte de alegría se ve saboteada cuando la chica que entró sólo venía por su campera. La toma y se dirige a la puerta, para esto la solitaria joven que está sentada ya se puso sus auriculares, o como ella les decía, amigos. Pero antes de quedar nuevamente sola sucede algo: "No vas a salir? - No, prefiero quedarme...pero si- Ah bueno! Estaré afuera yo". Dialogo que hizo prender una luz, pero así como se prendió...se apagó. Todo en el aula vuelve a la normalidad. La chica dibujando en sus hojas de clase. Cuando ya su mano estaba cansada de hacer garabatos, suena el timbre... La chica se tranquiliza.

Se muere por un "Como estas?"

      Todos se sientan, empieza otra clase. Ahora que pienso vamos a ponerle "B" a nuestra adolescente portadora de un mp3 y dibujos escondidos. B luego de los recreos ya no estaría sola en el sentido físico, pero si en el emocional, entusiasmada con su compañera le muestra sus cosas (música, dibujos, imágenes)  con la intención de que le gusten y hablen de ello. Pero eso no sería lo que pasaría, sino que tenía que dejar sus cosas de lado para escuchar palabras vacías y pobres de su acompañante, y fingir, fingir que aquello que decía la otra persona era de su interés. Ese triste acto se repetía día tras día. A veces B conseguía un mínimo de atención por parte de las escasas chicas que la conocían, pero cuando lo lograba se arrepentía. La minimizaban, le decían insultos juguetones (B se reía, pero sabía que no le gustaban esas palabras...PARA NADA).

Y ella sigue esperando aún así

     El día ahí se terminaba y cada uno a su casa. En el recorrido a casa, B se planteaba varias cosas, algunas le hacían daño, pero lo peor era que ella se creía cada palabra que salía de su mente, como si se tratase de una verdad irrefutable. "Yo soy muy aburrida, por eso ellas se van. Yo no sé tener amigos/as, tal vez porque no los merezco. Les doy vergüenza?  Seré fea y poco llamativa? Si, les doy vergüenza". Llegaba, almorzaba y se perdía en su fortaleza, allí estaría mucho mejor, su computadora, su música, sus libros, su gato y su cama (por si necesitase acostarse en la tarde para llorar y abrazar sus piernas, hasta quedarse dormida un par de horas). Más tarde le sonaba el celular, ella abría los ojos de par en par muy sorprendida ya que nunca sonaba, era un mensaje de su compañera. B esperaba encontrarse con un "hola", pero no, era un "favor", que parecía más un una orden, como B estaba sola y aburrida lo hacía. "Aunque sea me dirá gracias luego", pensaba ella. 

      Era la misma rutina todos los días y B no conocía otras charlas que no fueran las que ella lidiaba con su mente. Incluso sola en casa, ella hablaba. Toda su secundaria fue así, bueno, en realidad no toda.
      A finales de su ultimo año como estudiante ahí, pasó algo que la dejó en las nubes, unas muy dulces nubes. B se enamoró...B SE ENAMORÓ. Acto que ella pensó no poder nunca llevar a cabo, pero sucedió. Pero eso lectores, ya no se los puedo contar, porque B me dijo que guardara el secreto de esa parte de su vida, además... A mi no me gusta hablar sobre mi intimidad.

Eso definitivamente fue un milagro o ... una salvación

                                                                                                               
                                                                                 Hasta la próxima entrada y gracias por seguir leyéndonos. Buenas Noches.